El rosario: espada del caballero de la Inmaculada

Nuestro combate espiritual, explicado por San Maximiliano María Kolbe

El rosario: espada del caballero de la Inmaculada
Cortesía: Bernardo Valle / Cathopic

Queridos lectores:

Recogiendo el guante de nuestro redactor jefe, les escribo unas líneas sobre el mes de octubre, mes del rosario, echando mano del padre Kolbe, gran santo polaco y fundador de la Milicia de la Inmaculada, cuyos caballeros tienen como armas el rosario, que consideraba como su espada y la medalla milagrosa como sus balas.

Y, ¿quién mejor que él para abrir boca?

"...Caballeros de la Inmaculada y todos ustedes que leen estas palabras, durante el mes de octubre, mes del rosario, procuren participar , en los límites de sus posibilidades, en el rezo común del rosario, en las iglesias o en las calles, o ante cuadros o estatuas de la Virgen.

Quien, al contrario, no pueda salir de casa, que rece cada día en ella el rosario.

¿Y por qué?

Porque la Inmaculada en persona quiso exhortarnos al rezo del santo rosario, manifestándose a santa Bernardita con el rosario en la mano.

¿Y en beneficio de quién?

En beneficio de quien tiene más necesidad, y precisamente en beneficio de nuestros pobres e infelices hermanos masones, tanto más infelices porque no se dan cuenta que corren hacia su propia perdición; sin embargo, ellos son hermanos, ya que Jesús no los excluyó en absoluto de la participación en los méritos de su Pasión.

¿Y según qué intención?

¿No piensan ustedes, queridos lectores, que la mejor intención es que se conviertan cuanto antes, es más, que se alisten en la Milicia de la Inmaculada y que, con el deseo de reparar el mal cometido hasta aquel momento, se dispongan con mayor fervor, según el ejemplo de san Pablo después de su conversión, a trabajar en la obra de la salvación de las almas?"
(EK 1133)

Con estas potentes palabras el padre Kolbe nos arenga en el campo de batalla, espada en mano (rosario) y bajo las órdenes de nuestra Capitana, la Inmaculada, a aplastar la cabeza de quien, desde la creación del mundo, ha venido a seducirnos para causar nuestra perdición.

¿Alguna vez se han preguntado cómo reza el santo rosario la Inmaculada?

Me refiero a que el Padre Nuestro lo puede rezar tal cual, pero, ¿y el Ave María? ¡No se va a dirigir a sí misma para la oración! Con esta oración pedimos su mediación, por lo tanto Ella debe presentarla transformada como algo suyo ante la Santísima Trinidad.

Sin mayor pretensión que la de querer expresar a modo humano algo que puede escapar a nuestra pobre comprensión, podríamos presuponer que cada Ave María que nosotros rezamos es presentado en los labios de la Inmaculada de esta manera:

A tí que me saludas y me llenas de gracia, que siempre estás conmigo, que me bendices entre todas las mujeres, ofreciéndote y permitiéndome concebirte en mi seno como fruto bendito, Jesús. A tí que me santificas desde mi concepción, que me creas y me recreas como tu madre, que me das el privilegio de rogar y mediar en la gracia de tu intercesión ante el Padre por el resto de tus hijos heridos por la serpiente, de la cual me preservaste singularmente por los méritos de tu pasión y tu cruz. Líbralos del mal, ahora y en la hora de su muerte, amén